La Oral Agresiva: Lluvia cheta de ladrillos.

Volvió la felicidad al torneo que puntúa los hechos violentos en el fútbol. Aunque estamos escasos de occisos, el superclásico fue una fuente de satisfacciones para los conductores ya que ambos equipos prepararon sus emboscadas para ajusticiar a su oponente y a los agentes de seguridad.



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